Sin importar la edad, cuando uno tiene la oportunidad de aprender de un profesional en cualquier rama del conocimiento, las cosas se simplifican y es aún mejor, cuando gracias a estas enseñanzas llegas a amar con pasión lo que haces en tu vida. Esto es un relato que ahora con gusto comparto. Es una alternativa para llegar a alcanzar metas personales cuando deseas ayudar y servir a otros.

Encontrarás un libro de bellas anécdotas que fueron contadas incansablemente por nuestro maestro: el Doctor Jerold Panas, a quien cariñosamente en todo México se le conoce como Jerry Panas. Él personalmente visitó y disfrutó catorce estados del país y gracias a su amor por “cambiar vidas y salvar vidas” fue como emprendimos juntos una Campaña Nacional, visitando los treinta y dos estados de nuestra amada República Mexicana. Hay que decir que él siendo un extranjero se “mimetizó” con nuestra comida, nuestra cultura, nuestra artesanía y la manera de ser de un pueblo generoso y alegre. Aquí encontrarás en tres distintos capítulos el recorrido de todos y cada uno de los estados, con una brevísima introducción al lugar, agradeciendo a quienes de manera local en alianza permitieron hacer este" viaje todo terreno" con gran éxito. 

Cada vez que gestionamos una alianza, hacemos posible que se generen alternativas profesionales, con verdadero impacto en nuestras comunidades, en las causas que atienden las necesidades, dando soluciones eficaces, positivas y permanentes dentro de nuestro día a día y así cristalizamos la ayuda a quien más lo necesita. Las experiencias en tu vida son un constante aprendizaje que sirven para enfrentar aquellas situaciones que pueden sorprenderte. Te invito a que empieces con el pie derecho a hacer una diferencia y lo hagas posible, ya que Jerry en cada anécdota nos conduce directa y amigablemente a pensar en cómo podemos ayudar más y mejor. 

“Aquellos que logran tener un largo período de su vida aplicando los conocimientos sobre su experiencia de vida, se le llaman sabios”. ¡Gracias Jerry, que Dios te bendiga!

Jerry Panas murió casi a los 90 años, trabajando sin descanso por el bien de la humanidad. Yo a los 68 años describo con cariño y toda mi admiración sus anécdotas para ti querido lector.