Jenny Estrada Ruíz

Periodista profesional, HISTORIADORA Y GESTORA CULTURAL

Miembro de las academias de Historia de Ecuador, España, Colombia y Paraguay.

Primera guayaquileña que ingresó a la Academia Nacional de Historia, recibiendo el reconocimiento como miembro de Número. Actualmente ostenta el rango de miembro EMÉRITO

Inició la actividad periodística el año 1968, siendo la primera mujer editorialista de diario El Universo. Luego extendió su experiencia de la comunicación social a la radio y a la televisión, con mucho éxito.

A partir del año 1978 se dedica a la investigación histórica, campo en el que ha aportado 28 libros de su autoría, algunos de ellos con varias ediciones y traducciones a otros idiomas.

A su empeño investigativo se debe el rescate de figuras femeninas de la Historia, como la pionera Dra. Matilde Hidalgo de Procel y Aurelia Palmieri.

Ha participado como expositora en importantes congresos de China, Cuba, España, Italia, Argentina y México. Por su infatigable trabajo en defensa de nuestra identidad cultural ha merecido altos reconocimientos del Gobierno nacional y de gobiernos seccionales, así como de entidades clasistas y culturales.

LA MÚSICA

El año 2008, con apoyo de la M. I Municipalidad de Guayaquil, emprendió la tarea de rescate y difusión de la música popular guayaquileña, creando y dirigiendo el Museo que lleva el nombre de Julio Jaramillo. Es la creadora de la primera Escuela del Pasillo del país, dedicada a la formación de juventudes motivadas hacia el cultivo de la identidad musical ecuatoriana, dirigiendo ambas instituciones, hasta diciembre de 2019, con éxito reconocido a nivel nacional e internacional.

 

LIBRO: DEL TIEMPO DE LA YAPA

Libro optimista y transido de poesía, lleno de limpio humor y de veracidad. Se trata de una recopilación de amenas crónicas costumbristas que nos ayudan a retener la memoria de una época que se nos fue con el siglo XX. Rescata los usos, costumbres, personajes e instituciones, felicidades e infortunios de una generación pre consumista que aprendió a soñar y a valorar las cosas más sencillas, disfrutando de una ciudad que hoy nos parece lejana y perdida en el pasado, como tantas.

El marco referencial es Guayaquil en Ecuador, pero dada la similitud de influencias culturales y los cambios experimentados, las vivencias narradas por la autora guardan mucha semejanza con las de otros lugares de

nuestra América mestiza, y al leer estas crónicas los abuelos de hoy nos sentiremos invitados a hermanar recuerdos de un tiempo añorado y construir nuevos sueños de futuro.