Adolfo Humberto Ruiz Martin del Campo

Nací en Yurecuaro, Michoacán el 7 de septiembre de 1938. Pero. aunque michoacano por nacimiento ya me considero tapatío por adopción, pues radico en esta hermosa ciudad de Guadalajara desde los 5 años de edad.

Aquí cursé todos mis estudios, primero en el Instituto de Ciencias, desde kínder hasta preparatoria y, posteriormente los concluí en la Universidad Autónoma de Guadalajara, donde obtuve mi título de licenciado en derecho en el año de 1962.

Poco tiempo ejercí mi profesión, pues por azares del destino, tuve que fundar y dirigir una empresa dedicada a la fabricación de ropa infantil, la cual dirigí durante un poco más de 48 años.

Después, ya retirado de toda actividad profesional o empresarial, me dediqué a escribir, habiendo ya participado el año pasado en la Fil Personas Mayores. con una novela titulada “La tristeza de Carolina”.

Sigo escribiendo y, mientras me “dure la cuerda” seguiré haciéndolo y presentando mis obras bajo la tutela de la altruista fundación “Sin Miedo a la Vida”.

Libro: “Una Insólita Ironía”

Sinopsis: Dada la trama de esta obra, tenderá a ser más una divertida comedia, desde luego, no exenta también, si la consideramos únicamente desde el particular punto de vista de su principal protagonista, de algunos verdaderos tintes de tragedia.

Derivándose, esto último, de que dicho personaje resulta ser un sujeto indolente y desobligado que considera una pérdida de tiempo el hecho de dedicarse a trabajar como Dios manda.

Dotado por la naturaleza de unas admirables cualidades físicas y de un don de gentes excepcional, aparte de ser favorecido constantemente por las circunstancias del destino, todo lo desperdicia en aras de no abandonar su frívolo e inconsciente modo de vivir, esperando, ilusamente, que sea la suerte la que venga a suplir todos los esfuerzos que él mismo se niega a realizar para proveerse su diaria subsistencia.

Todo lo anterior ya nos vislumbra vientos de tragedia en la vida de semejante sujeto, pero, lo que definitivamente le viene a dar aires de una desenfadada comedia a esta novela, es el excepcional e inesperado modo que emplea el protagonista para hacerse de recursos cuando al fin el destino y la suerte le voltean la cara.

Y cuando esto sucede, ingenio y esfuerzo, mezclados en ocasiones con malicia y engaños, no escatima nuestro personaje para salir adelante. Situaciones que al lector le producirán indiscutiblemente asombro e hilaridad.

Y al final de su lectura esta obra nos deja una incuestionable pregunta:

¿No hubiese sido más fácil para nuestro protagonista, dadas sus innatas cualidades y favorable presciencia, haber realizado los naturales y ordinarios esfuerzos que la vida impone a todo ser humano para ganarse la vida normalmente en lugar de recurrir a semejantes despropósitos?”

Ustedes júzguenlo, estimados lectores.