Nacido en el año de 1938 en la población de Yurécuaro, Michoacán y avecindado desde muy pequeño en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, donde cursó todos sus estudios primarios, secundarios y de preparatoria en el Instituto de Ciencias, continuando después en la Universidad Autónoma de Guadalajara donde obtuvo el título de licenciado en derecho.

 

Por azares del destino tuvo que abandonar muy pronto el ejercicio de su profesión para dedicarse a la rama industrial donde fundó una empresa dedicada a la confección de ropa infantil, la cual dirigió durante 48 años, teniendo que cerrar en 2011 debido a los problemas derivados de la globalización. 

Casado desde hace más de 54 años, es padre de dos hijos. Al dejar de trabajar en la rama industrial, se dedicó a dar asesorías empresariales y precisamente a escribir, cosa que hasta la fecha lo mantiene activo y entretenido.


Libro: La tristeza de Carolina

Sinopsis:

La historia está ambientada en las costumbres y modo de vida de los años finales de la década de los cincuenta y principios de la de los sesenta del pasado siglo veinte. El protagonista, un joven llamado Antonio Escalante, situándose en los años presentes, nos narra retrospectivamente parte de la historia de su vida, sin duda monótona y ordinaria, hasta el momento en que el destino lo hace conocer a Carolina, una hermosa y desafortunada muchacha víctima de problemas de desafectos y ausencias que la mantienen en un estado patológico de tristeza. 

Antonio se enamora de inmediato de ella y desde ese momento trata de convencerla, primero, de que acepte ser su amiga y más tarde su novia. La lucha que tiene que arrostrar el joven es ardua, pues la tristeza que padece la joven, sentimiento que acaba convirtiéndose curiosamente en el verdadero protagonista de esta narración, es un poderoso elemento con el que tendrá que lidiar Antonio y vencerlo, para al fin poder intimar con Carolina. Y toda la trama de esta novela se desarrolla in crescendo en medio de estas conflictivas situaciones hasta culminar en un impredecible y estremecedor final.